8.8.07

Un verano de abuelas


El pequeño polvorón está pasando el verano de su vida, un verano muy familiar. Está totalmente descontrolada, se acuesta tarde, juega todo el día, come casi todo sólido y lo que le gusta, en definitiva está muy mimada. Se reparte su corazón y su tiempo entre sus dos abuelas y sus primas.


Con su abuela Pepa no para, que si al supermercado, que si paseo, que si parque, con lo que le gusta la calle. Después todos los días le prepara una comida que le gusta, con sus patatas que son tan ricas, pero sin duda lo más sabroso de todo son sus croquetas. Ayer me llamó la atención que al referirse a la abuela decía "Pepita", es la primera vez que lo hace.


Los dos primeros días que la dejamos con la abuela, lloró un poco, no mucho porque en cuanto dejamos de estar en su campo de visión se le olvida. Pero ahora, entra corriendo por la puerta ya se hizo un hueco.


Estos días también están cerca la abuela Rosa y las primas. Mi hija ya descubrió como encandilarla, su abuela se queda embobada cada vez que canta y baila...así que se pasa todo el día bailando con su prima pequeña. Se divierte muchisimo con toda la familia, el problema viene para irse a la cama. Está durmiendo poquisimo, porque no quiere perderse tanta juerga.


Nosotros siempre hemos sido personas muy familiares con gran arraigo pero en veranos como este es cuando eres más consciente de lo bonito que es una familia unida. Disfrutamos tanto con todos los papeles que nos tocan, de hijos, de tios, de hermanos y por supuesto de padres.


Pero sin duda quien mejor se lo pasa es "la pequeñita" (así le llama su abuela Rosa), siendo el centro de todas las atenciones y jugando con sus primas, que la adoran. Todos debiesemos de aprender de los niños, que en sus juegos se enfadan, se perdonan, se vuelven a enfandar... pero siempre y a pesar de todo se quieren. Menudos besos le da el pequeño polvorón a sus primas.
La foto es de hace unos días, estaba rendida se subió al colo de su padre y en medio segundo se durmió, la postura era muy incómoda pero a ella le daba lo mismo y a nosotros nos hizo gracia.

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