22.11.06

Como superar juntos la angustia del octavo mes al año de vida



Llevamos tres días padeciendo las consecuencias de "la angustia del octavo mes", el nombre no significa nada, nosotros estamos pasando este proceso propio del crecimiento a los 12 casi.

Nosotros notamos como a la niña le cuesta más aceptar a otras personas, como esconde la cara cuando le hablan desconocidos, tiene más ganas de colo cuando está cansada y comienza a llorar desconsoladamente. Se despierta a media noche no nos ve y llora sin parar.

No es que le estén saliendo los dientes, ni que le haya dado un ataque de mimos, sino que está pasando por el primer desprendimiento de su vida, y eso, lógicamente, la angustia a ella y nosotros también.

En la "angustia del octavo mes" los niños suelen lloran más de lo normal durante el día y se despiertan durante la noche, que quieren estar en brazos más de lo habitual y que no desean estar más que con sus padres.

El principal motivo de esta angustia es que al comenzar a independizarse, ya gatea y da sus primeros pasitos, el bebé se siente separado de sus padres, que hasta ese momento vio como una parte de sí, como una prolongación de su cuerpo. Por otro lado también se producen cambios en su alimentación, como la introducción de comida sólida, por consiguente se ve a si mismo como una persona más independiente.

Todos son cambios naturales, aunque conflictivos ya que este proceso de independencia lo hace sentir desprotegido. El temor hace que quiera estar más apegado a sus padres, algunos niños llegan incluso a rechazar a otros miembros de la familia.

Normalmente es un proceso de días o semanas, aunque algunos niños pueden prologarlo durante meses.

Lo díficil de la paternidad es el equilibrio que debemos mantener entre este tipo de procesos propios del aprendizaje, el mimar y apoyar al niño y no caer en una superprotección.

Por el día, logramos resolver bastante bien los conflictos, tranquilizandola a través del juego pero manteniendo las normas que hemos ido estableciendo, porque ya sabe lo que significa NO.

El mayor problema es la noche, se despierta a las tres de la mañana, esta sola y a oscuras, su forma de avisarnos de su miedo es llorar. Sabemos que si la cogemos y la metemos con nosotros en cama dormirá de un tirón, es más cuando la tengo en el colo y apago la luz, con la mano tantea y me toca la cara para asegurarse que no me he ido, y aunque se despierte, si nos siente a su lado esta tranquila sin llorar.

Pero por otro lado tampoco podemos acostarla con nosotros, podríamos llegar a crear un mal hábito. Así que estos días nos levantamos y con la luz apagada le agarramos la manita hasta que se duerme de nuevo, pero llevemos tres días sin dormir casi y al día siguiente hay que trabajar.

Estamos buscando otras alternativas para paliar los efectos de nuestro primer proceso de independencia, como buscar un peluche que le de seguridad, controlarle más las horas de sueño, no dejandola dormir cuando le apetece y regulandole los horarios (una siesta después de comer)....

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